3 matemáticos importantes: Ramanujan, Wittgenstein Ludwig y Alexander Aitken
Buen día, en esta ocasión les contaré las historias de: Ramanujan, Wittgenstein Ludwig y Alexander Aitken.
Ramanujan (1887 –
1920)
La luz que irradió su vida alumbró tan sólo 32 años,
Srinivasa Ramanujan, el más famoso matemático de la India contemporánea,
escribió unos 3,000 teoremas en muchas ramas de las matemática: teoría de
números, funciones elípticas, fracciones continuas y muchos más. Algunos de sus
teoremas son extraños, según dice su colega G.H. Hardy (1877 – 1947), y todavía
se están estudiando.
Nació en el sur de la India, en una familia muy pobre, pero
de casta muy alta, tan pobre era que no podía comprar papel, inventaba sus
matemáticas escribiendo con tiza en una pizarra. A los 26 años obtuvo fondos
para ir a Inglaterra a trabajar con G.H. Hardy.
Una vez Ramanujan estaba muy enfermo en un hospital de
Londres; Hardy lo fue a visitar y dijo al llegar:
-
Vine en el taxi 1729, el número me pareció muy
banal y espero que no sea de malagüero.
Al contrario –replicó Ramanujan- el número no es
nada banal, es un número muy interesante. Es el menor número que se puede
expresar como suma de dos cubos en dos formas distintas.Otra hazaña numérica de Ramanujan fue el haber conjeturado que el número:
compuesto por 3 irracionales, era un número entero. En 1974, en las computadoras de la Universidad de Arizona (E.U.A.), se comprobó que, efectivamente, era el número 262 537 412 640 768 744.
Ramanujan hacía cómputos mentales con una facilidad extraordinaria, en una de sus libretas, encontrada en 1976, aparecen miles de fórmulas matemáticas entre las cuales figura la siguiente:
Nació en Viena y murió en Cambridge. Wittgenstein se educó en el seno de una familia rica e ilustrada, y estudió ingeniería en Manchester y después matemáticas puras con Bertrand Russell, con quien se orientó hacia la filosofía. El tractatus logicus-philosophicus (1921) según él, suministraba la "solución definitiva" a los problemas filosóficos.
Quitando un paréntesis en que se dedicó a dar clases a niños, su vida fue la filosofía. No tardó en comenzar a rechazar algunas conclusiones del Tractatus y a desarrollar otras opiniones reflejadas en sus investigaciones filosóficas (1953).
Era sencillo, sensible y profundo, a menudo depresivo, odiaba la petulancia, De personalidad fuerte y segura, y ejerció una considerable influencia en aquellos con los que entablaba amistad. Su vida filosófica se divide en dos épocas distintas: un primer período: el Tractatus, y segundo las investigaciones filosóficas. Concibió la filosofía como un análisis conceptual o lingüistico. En el Tractatus defendió que la filosofía pretende la clarificación lógica de las ideas. En las investigaciones filosóficas, sin embargo, mantenía que la filosofía es un combate contra el hechizamiento de nuestra inteligencia por medio del lenguaje.
En el Tractatus, Wittgenstein sostenía que el lenguaje se compone de proposiciones complejas que pueden ser analizadas en proposiciones más sencillas hasta llegar a una formulación simple o elemental. Según la imagen de la teoría del significado de Wittgenstein, es la naturaleza lógica de las proposiciones elementales la que representa hechos atómicos o situaciones. Afirmaba que la naturaleza del lenguaje requiere proposiciones elementales, y su teoría del significado exige que haya hechos atómicos representados por proposiciones elementales. Sobre este análisis, sólo las proposiciones que representan hechos -las proposiciones de ciencia- son consideradas cognitivamente significativas.
Las declaraciones éticas y metafísicas no son afirmaciones significativas ni relevantes. Esta teoría produjo un gran efecto sobre las teorías del positivismo, y los positivistas lógicos adscritos al Círculo de Viena reconocieron la trascendencia de esta conclusión.
Alexander Aitken (1895 - 1967)
Nació el 1 de abril de 1895 en Dunedin, Nueva Zelanda. Dejó la escuela secundaria de niños Otago, en Dunedin en 1913 al ganar una beca en la Universidad de Otago.
Comenzó estudiando idiomas y matemáticas con la intención de convertirse en maestro de su escuela, pero su carrera de la universidad fue interrumpida por la Primera Guerra Mundial. Se reclutó en 1915 y sirvió en Gallipoli, Egipto y Francia, fue herido en la batalla de Somme. Las experiencias vividas en la guerra le marcaron para el resto de su vida. Después de tres meses en el hospital, fue enviado de regreso a Nueva Zelanda, en el año 1917. El año siguiente volvió a la universidad graduándose con primeros honores en la clase francés y latin y con segundos honores en matemáticas rama en la cual no tuvo instrucción propiamente tal.
Aitken, continuó con su idea inicial de ser maestro de la escuela de Otago, pero su genio matemático fue admirado por sus profesores de la Universidad de Otago, convirtiéndose luego en profesor de esa universidad. Llegó a Escocia en 1923 y estudió para un doctorado en Edinburgo, teniendo como profesor a Whittaker.
En 1925 fue designado para trabajar en Edinburgo donde se quedó hasta el resto de su vida. Después realizó estudios en matemáticas, estadística y economía, en 1936 se volvió un asiduo estudioso de la estadística, ese año fue escogido como miembro de la Real Sociedad, y diez años más tarde se le designó para ocupar el puesto de Whittaker.
Aitken tenía una memoria increíble, podía al instante multiplicar, dividir y calcular raíces. Murió el 3 de noviembre de 1967 en Edimburgo, Escocia.
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